Últimamente intento buscar recetas más saludables y que a la vez estén ricas. Las mermeladas por lo general contienen grandes cantidades de azúcar y es lo que hace que se conserven más tiempo.
Esta mermelada que os traigo hoy, idea del fantástico blog Danza de fogones, lleva sirope de ágave en poca cantidad por lo que se reducen bastante las calorías vacías. Lo que permite que tenga consistencia de mermelada son las semillas de chía que al humedecerse se hinchan y hacen espesar el conjunto. El toque de lima, además de ayudar a su conservación, le da un toque cítrico muy rico.
Podéis hacerla con cualquier fruta que os guste, fresca o congelada, y también con el endulzante que prefiráis, aunque es mejor no añadir demasiado. Durará más o menos una semana en el frigo, por eso es mejor no hacer grandes cantidades. Pero como es tan sencilla y rápida de preparar, puede hacerse siempre que os apetezca.
-250-300 g de arándanos (o cualquier otra fruta fresca o congelada)
-Una cucharada de agua
-Tres cucharadas de semillas de chía
-Dos cucharadas de sirope de ágave (o sirope de arce, miel, o azúcar de caña)
-Una cucharada de zumo de lima
Poner los arándanos y el agua en un cazo a fuego medio y dejar cocinar unos 3 ó 4 minutos. Triturar un poco con un tenedor o con la batidora si se quiere sin tropezones.
Añadir el zumo de lima, el sirope de ágave y las semillas de chía. Remover bien y cocinar otros 2 ó 3 minutos.
Verter en un tarro y dejar enfriar. Remover de vez en cuando. Espesará en cuanto se enfríe un poco.
Conservar en el frigo durante una semana más o menos. Podéis usarla en desayunos y meriendas o como salsa o acompañamiento en aperitivos.
Y aquí tenéis la versión de fresas naturales y chía con zumo de limón. Estoy deseando probarla también con frambuesas.
Disfrutando del nuevo disco de Izal. Difícil decidirse por una. Ruido blanco de máquinas dormidas...
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